¿Qué actitudes de tu día a día pueden llevarte a consecuencias negativas?

En anteriores ocasiones hemos hablado de que el concepto «fracaso» no cabe en el mismo saco que el concepto «aprendizaje»… No somos ni nuestro éxito ni nuestro fracaso, somos mucho más. Sin embargo, me encuentro día a día con adultos y adolescentes que viven en continua sensación de «fracaso» y dicha sensación se mantiene por actitudes concretas que nombraré aquí.

Para muchas personas es inevitable buscar seguridad en sus acciones en fuentes externas a sí mismas. Suelen ser personas que antes de tomar cualquier decisión preguntan a su entorno más cercano o se preocupan de lo que otras personas puedan opinar al respecto.
Esto es un síntoma de codependencia con el entorno y es más habitual de lo que podemos llegar a pensar.

Cuando somos codependientes entramos en un bucle de acciones que son consideradas destructivas para uno mismo. La codependencia es lo contrario a libertad, amor, afecto o salubridad en la relación.

 

Hay actitudes que bloquean tu crecimiento personal y hoy vamos a hablar de las 5 que más se suelen repetir:

  • CRÍTICA
  • QUEJA
  • COMPARACIÓN 
  • COMPETICIÓN 
  • DISPUTA 

La CRÍTICA entendida hacia uno mismo y sin ánimo de dar soluciones es igual a un castigo ante un error cometido.

Cuando te castigas o criticas sin ser constructivo estás cayendo en en la COMPARACIÓN continua.

Antes de criticar o criticarte PREGUNTA. Hazte preguntas sobre la importancia que tiene para ti eso que estás criticando y encuentra el motivo que te hace estar tan en desacuerdo con ello. Puede que te falte información que valorar dentro del abanico de posibilidades que pueden abrirse. Pregúntate si quieres ese camino y comprende que no todo tu entorno va a elegir lo mismo que tú.

La COMPARACIÓN entendida como una herramienta que te ayuda a situarte en un puesto dentro de una escala evaluativa.

Estar continuamente comparándote con los demás te ayuda a enfocarte en lo que no tienes, no en lo que sí tienes. Cuando comparas estás poniendo un gran porcentaje del foco en el exterior y no en ti. Cuando te planteas un objetivo personal y quieres crecer con él necesitas de la mejor de las energías, necesitas el foco completo alumbrando tu camino, no solo una parte de él.

Además, las conclusiones que extraes cuando te comparas son tuyas, no de la persona con la que te estás comparando. Así que lo mejor es optimizar ese tiempo: comenzar y acabar en ti.

COMPETICIÓN. La competición en algunos ámbitos puede ayudar a mostrar y fomentar ciertas habilidades y competencias personales. Por ejemplo cuando estamos compitiendo en algún deporte.

En este caso, me refiero a la competición que surge de querer estar por encima de alguien o algo. «Llegar más lejos que…» no es lo mismo que «llegar más lejos». En el camino de tu crecimiento personal te encontrarás con personas con tus mismas inquietudes y tu crecimiento dependerá, en parte, de qué aprendas de esas personas y de cómo te posiciones antes ellas.

Cuando haces esfuerzos por ser mejor que alguien y consigues estar por encima de esa persona, en la mayoría de los casos, sigues sin sentir satisfacción personal. La satisfacción personal llega cuando te centras en tu propia meta y vas mejorando conforme a ella. Si está en tu naturaleza, trabajarás para ello con satisfacción y podrás valorar cada paso que des.

DISPUTA. Estar en continua guerra con el entorno para que nos entienda…

No vivimos para que otras personas acepten nuestra forma de vida o para convencerlas de que lo que estamos haciendo es correcto. La empatía y la humildad te ayudarán a comprender que cada quien tiene su realidad y su aprendizaje  (y quizás no te toque juzgar qué está bien o qué no). Respetar lo que cada quien quiere vivir es imprescindible para no estar en conflicto con el entorno o con uno mismo.

Soltar la carga de querer que las personas comprendan tu punto de vista te ayudará a poder verlo tu mism@ con mejores ojos.

QUEJA. ¿Cuántas veces te has quejado de lo que no te gusta? ¿Alguna vez has tenido resultados mejores después de quejarte? ¿Para qué te quejas?

Quien vive anclad@ en la queja, no vive.

Para mejorar y encontrar tu mejor versión necesitas saber qué cosas de tu día a día no te gustan. Esto es cierto, y ¿hasta qué punto necesitas saberlo? ¿y si una vez sabes lo que es, te centras en darle una forma mejor y cambiarlo? Eres la única persona que puede mejorar tu situación. Quejarte de un familiar, un jefe, una amiga… no te llevará a cambiar la situación sino a crear expectativas de lo que debería ser y no es.

Analiza la situación que no te satisface y proponte 5 ideas de mejora que dependan únicamente de ti. Pruébalas.

Se nos olvida que somos responsables de nuestra vida. Nadie más lo es y en todas las situaciones podemos hacer algo diferente que esté en nuestra mano.

 

Espero que te haya servido reflexionar sobre estas 5 actitudes que no te ayudan a crecer. Crea un plan de acción para no caer en ellas en tu día a día y verás en ti algo más de luz.

Cada vez que intentes controlar tu vida basándote en los demás acuérdate de que eso que estás haciendo no es trabajar para tu satisfacción y tu vida, no estás haciendo por tu éxito por lo que muy fácilmente sentirás que estás fracasando sin motivo.

 

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Lectura recomendada: 

Stephen Covey – El 8º Hábito. 

Melody Beattie – Más allá de la codependencia   

 

 

Sara Berrocal – Psicóloga especialista en coaching e inteligencia emocional.