Adolescencia, el gran desconocido.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) entiende como adolescencia la etapa comprendida entre la infancia y la edad adulta, es decir, entre los 10 y los 19 años. Esta etapa de desarrollo se caracteriza por cambios en nuestro físico y, además, es cuando se forja nuestra personalidad.
La adolescencia puede dividirse en dos etapas diferenciadoras:
- De los 10 a los 15 años. Donde nuestro cuerpo comienza a cambiar, podemos observar cómo nuestra voz cambia, desarrollamos parte sexuales de nuestro cuerpo y pubis en zonas de nuestro cuerpo donde antes no teníamos. Además, suele ser esta etapa donde aparece la primera menstruación en el género femenino (en la mayoría de ocasiones).
- De los 16 a los 19 años. Durante este periodo nuestro cuerpo termina de desarrollarse (sobre todo en el género masculino) pero además existen cambios en nuestra madurez personal. La educación obtenida durante los años anteriores influirá en el desarrollo de nuestra personalidad, al igual que lo harán las experiencias vividas durante estos años, así como nuestro ambiente más cercano.
En ambas etapas, y al finalizar la etapa de la adolescencia, nos encontramos que hemos pasado por los siguientes cambios ( además de los biológicos comentados con anterioridad):
- Desarrollo intelectual. Nos permite evaluar las consecuencias de los actos y decisiones tomadas.
- Gestión emocional. Lo cual permite que nos podamos relacionar con mayor facilidad con el resto de personas y poder tomar decisiones en base a ello.
- Desarrollo social. Implicaría poder tener sentimientos amorosos con otra persona, además de comenzar a tener relaciones sexuales.
Durante estos cambios que se sufren durante la adolescencia, hay que sumar uno de gran importancia, y que suele estar presente en casi toda la etapa de la adolescencia, el egocentrismo. En la pubertad tendemos a pensar que lo que nos ocurre a nosotros tiene mayor importancia que el resto, y nos centramos únicamente en ello. Además, consideramos que el resto de personas nos tienen que dar la misma importancia que nosotros nos damos. Sin embargo, es el paso del tiempo el que nos hace entender que esto dependerá de nuestras propias PRIORIDADES.
Hasta aquí todo similar a la adolescencia de hace 35 años, ya que es el proceso natural de desarrollo de la persona, pero…
¿ Actualmente la adolescencia dura más tiempo?
Hoy en día una prolongación de la estancia de los jóvenes en casa de los padres es habitual, lo cual no sinónimo de «adolescencia tardía».
El motivo principal por el cual esto sucede es la aparición de metas a medio-largo plazo enfocadas en la formación educativa de la persona, dejando en un segundo plano el ámbito laboral. En la mayoría de ocasiones, y según estudios recientes, no es hasta los 22-23 años cuando la persona se plantea una vida laboral. De esta manera, la edad inicial en la que existe una posible dependencia de la persona es más tardía que hace 35 años, pudiendo incluso extenderse.🤯
Por otra parte, el entorno actual del que el adolescente se rodea también ha cambiado, por lo tanto sus necesidades también son diferentes. De esta manera…⬇⬇
- Los adolescentes reflejan durante esta etapa los cambios que hay en nuestra sociedad de forma continua, además de sus propios cambios.
- La estructura familiar actual también está en cambiando de forma continua, y esto también influye en la forma de pensar del adolescente. De echo, aquellos adolescentes que tienen como figura parental una estructura familiar diferentes suelen tener menos tendencia a poner etiquetas que el resto.
- Los valores a transmitir desde el centro educativo al que se acude y la propia familia a veces se encuentran enfrentados, y esto hace que durante la pubertad nos encontremos ante conflictos morales de forma continua.
- Actualmente se tiene acceso a excesiva información, cuando y cómo se quiere, aunque no siempre es el adecuado. Esto podría verse como una ventaja, ya que poder obtener información no debería de ser un inconveniente, sin embargo, el problema no radica ahí. El acceso fácil a información se convierte en un problema en el momento en que es el propio adolescente quien tiene que tomar la decisión de a qué tipo de información acceder.
- En la actualidad en la que vivimos el acceso a la tecnología provoca que vivamos en una sociedad cada vez más consumista; tanto adolescentes como a adultos nos podemos encontrar ante la problemática de no saber o no querer salir de este estilo de vida. De esta forma, durante la adolescencia esto se convierte en un problema añadido, ya que puede suponer conflictos en el entorno familiar.
Relaciones sociales durante la adolescencia actual
La tecnología tiene un gran peso en el desarrollo de las habilidades sociales durante la adolescencia.
No importa dónde, en casa, en el parque o en el bus. No importa con quién, con nuestra familia, solos, o con nuestros amigos. Ni si quiera importa en qué momento, durante una comida, asistiendo a clase o mientras estamos entrenando. SIEMPRE, en cada momento de nuestro día a día, estamos en contacto continuo con la tecnología, y a su misma vez, estamos en contacto con una red de personas que podemos conocer personalmente o no.
Todo lo expuesto con anterioridad implica que nos relacionemos con estas personas a través de una pantalla y un teclado, donde no podemos observar ni la entonación de la conversación, ni los gestos de la cara, es decir, no existe la comunicación no verbal. Como mucho, podemos observar el «tick» del «visto» y esto lo interpretamos como buenamente podamos.✅
Entendemos como las habilidades sociales al conjunto de conductas y hábitos observables, pensamientos y emociones que fomentan una comunicación eficaz, relaciones satisfactorias entre las personas y el respeto hacia los demás 💭
Entonces… ¿ a través de la pantalla por qué no podemos desarrollar estas habilidades? Efectivamente, la respuesta es que SÍ podemos. Comunicarnos a través de redes sociales hace que desarrollemos un tipo de habilidades que son diferentes a las que utilizamos en el «face to face» / cara a cara, siendo esto positivo, siempre y cuando esto no eclipse nuestra forma de comunicarnos en nuestra «vida real».
Podemos observar que para nosotros comunicarnos de forma «offline» supone un problema cuando:
👉No sabemos qué decir ante ciertas situaciones, mejor dicho: sí sabemos qué decir pero no sabemos cómo decirlo para que la otra persona no se sienta mal.
👉Intuir la comunicación no verbal nos supone un problema.
👉Indirectas demasiado directas. A través de la pantalla podemos ser todo lo literales que queramos, incluso podemos mentir acerca de nuestra vida. Sin embargo, en un «face to face» esto es más complicado ya que los gestos de tu cara te delataran.
👉Nos es complicado controlar nuestras emociones durante conversaciones.
Amor a través de la pantalla
Las relaciones amorosas o sexuales también se encuentran dentro de las «relaciones sociales», por lo que efectivamente, también es posible entablar este tipo de relación a través de la pantalla 🖤
Las personas adultas quizá lo vean como algo dentro de la normalidad, pero… si se tratase de nuestra primera relación ¿sabríamos afrontarlo de forma adecuada? En la actualidad muchos adolescentes tienen relaciones personales a través de la pantalla. Cabe destacar que este tipo de relaciones no son ni mejores ni peores, simplemente sus características son distintas. Si somos conscientes de esto, y nos gustan estas características, y además, somos capaces de asumir cada una de ellas, seremos capaces de mantener este tipo de relación personal, sino NO.
Dentro de las habilidades sociales nos encontramos con algunas más complejas como: empatía, asertividad, escucha activa, negociación, gestión emocional… entre otras, las cuales influyen en:
- Nuestra capacidad de toma de decisiones
- Estrategias de resolución de conflictos
- Comunicación
- Resiliencia
- Perspectiva para poner límites
Cada una de ellas las podemos desarrollar a través de la pantalla, pero las características de ellas son diferentes, por lo que nuestra adaptación también a cada una de de ellas también debe serlo.💻
“Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!. Cuando quiero llorar no lloro… y a veces lloro sin querer”
– Rubén Darío-
En próximas entradas a nuestro blog encontraréis estrategias dirigidas a padres con hijos adolescentes.
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Rocío Martín Duque
Psicóloga infantojuvenil especializada en aprendizaje
Bibliografía: - Castells P. El adolescente y los medios de comunicación. Redes sociales. Internet. En: Medicina de la Adolescencia. Atención Integral. Madrid: Ergon; 2012 - Roldán C. El estilo de vida y su influencia en la salud del adolescente y del joven.